AGRADECIMIENTO


Este es el Faro del Fin del mundo. Me gusta porque siempre he creído que mi mundo, La Facultad, ha sido eso, justo, el Faro del Fin del Mundo: un faro que ha iluminado todo, mis alegrías, mis tristezas, mis dolores más brutales, lo inaceptable. No sé qué sería de mi existencia si la Facultad no hubiera estado ahí, siempre, como el Faro del Fin del Mundo.
Hoy pude constatarlo. A pesar de que tengo 33 años de profesor en la facultad, cuando fui hoy a las 9:45 de la mañana lo hice tenso, endurecido por el temblor interno de hablar ante mi comunidad, mía por derecho propio, mía porque me ha aceptado y me ha dado todo lo que soy. No había más que dos personas. A las 9:55 estaba ya a medio llenar el Aula Magna y cuando empecé a hablar el Aula estaba llena. A las 10:05 no se podía dar un paso, tuvieron que abrir las Aulas 1 y 2 para que se escuchara por televisión lo que yo decía. Por minutos la tensión crecía y mi boca se secaba, y de vez en vez subía la vista hasta el final para ver rostros conocidos, rostros familiares. Todos me parecieron entonces míos, todos eran mis amigos, los de siempre, todos los rostros eran al final uno, Mi comunidad, la del Faro del Fin del Mundo. Cuando vinieron las preguntas yo estaba ya sobre un camino que era el de apelar al cambio, a la transformación de nosotros mismos para dejar el ensimismamiento y luchar por seguir siendo el Faro del Fin del Mundo. La última pregunta que me hicieron fue: que si dejaría de dar clases al llegar a la Dirección. Me conmovió, porque ahí estaba el Faro del Fin del Mundo nuevamente, ahí estaba esa apelación a todo lo que soy: claro que no, respondí, porque sería mi muerte. El rumor de complacencia fue uno, los aplausos fueron todo, el calor de amistad, de reconocimiento, fue nuevamente, como el Faro del Fin del mundo.
Gracias, gracias a todos los que han hecho posible este momento, un Faro en la niebla, un Faro en la oscuridad, Un Faro del Fin del Mundo, siempre ahí, para que nos guíe. Gracias

7 comentarios:

Alfredo R. I. dijo...

No sé cómo haya estado el ambiente durante el resto de las presentaciones -algo me comentaron, y parece ser que se mantuvieron en el rango de lo típico- pero, al menos, me percaté de algo interesante durante la tuya: la gente no parecía estar en una presentación.

Habitualmente, se piensa que escuchar un proyecto de trabajo resulta algo aburrido, un listado interminable de buenas intenciones al que, en el mejor estilo de los políticos, sólo le falta prometer el segundo advenimiento y una aparición guadalupana en el barrio para dejar conformes a todos.

Éste no fue el caso en tu espacio. La gente escuchaba, asentía, comentaba entre sí, pero con una relajación tal que generaba el efecto de lectura deseado: el acto no era el repaso a los puntos de una lista, no era tampoco el "recetarse" un catálogo de intenciones sin fondo ni sustento. Era, como bien percibiste, un momento de integración, una charla multitudinaria donde el que hablaba proponía y el que escuchaba se sumaba a ello, no incondicionalmente, sino con mente crítica, con la atención puesta en el "sí" que profiere un nosotros dispuesto a aportar su grano de arena, sin el que nada resulta factible.

Como te decía escuetamente en el otro espacio, te felicito por la presentación. Queda constancia de que exhibiste, no un tramado personalista de posibilidades de acción; tampoco un magno escrito en el que el yo aflora para demostrar cuán grande es y, a partir del avasallamiento del otro, subyuga su voluntad y le convence de entregarla. Por el contrario, el yo lector se engrandeció al adquirir la cara del nosotros, del "podemos" y, sobre todo, del "debemos", lo cual no sólo es sano, sino justo e inevitable.

Enhorabuena, mi estimado Alberto. Vayamos ahora a la votación, y esperemos el resultado de este proceso. Te mando un abrazo.

Alberto Constante dijo...

Mi querido Alfredo, mil gracias, tus palabras, desde el principio, han sido un oásis de amistad, de apoyo, de confianza. Sin duda, todo esto ha sido un aliciente para seguir en este esfuerzo, en esta casi fe por llegar.
Gracias nuevamente. Mañana es importante también. Luego el Secretario General, y más tarde el Rector, y si los "santos quieren, pues en la terna..., ufff, el camino es como un descenso al centro de la tierra del cual regresaremos transfigurados.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Dr. Constante muchas gracias por todo lo que dijo ayer, es la única manera de acercarse a la comunidad, no veo otra. Es Usted el mejor.

Anónimo dijo...

Muy emocionados quedamos todos al escucharlo, creo que nadie fue tan joven en su presentación como usted. Lo he comentado con varios compañeros y quedamos muy gratamente impresionados por su trabajo.

Anónimo dijo...

Chidísimo... mi buennnnnnn dónde firmo?

Daniel G.G. dijo...

Alberto querido:

Ayer también pude conmoverme con lo que pasó. Atisbo, y alcanzo a entender lo que pudo significar para ti. Quizá por ese pequeño momento y tu hermosa descripción, ya valió la pena.

Relájate, que te noto muy tenso últimamente. Piensa un poco como estoico y que ya hiciste lo que está en tu poder. Ha sido mucho y bueno.

Ya sabes ;)

D.

Anónimo dijo...

Me acabo de enterar de los resultados de las votaciones, lástima, pero lo que sé es que Soto movilizó a los activistas. Eso sí que es ser Porro. Ni modo mi buen, por así son las cosas