ANULAR NUESTRO VOTO


Ayer paseaba por el zócalo de Coyoacán. Fue un poco nauseabunda la vista. Por lo pronto me encontré con los viejos, muy viejos, líderes del STUNAM (sin comentarios), luego vi a la escritora de "Como agua para chocolate" que es como la Sara García delos 2000 y francamente me pareció "tierna", sólo le faltaba el molinillo y el metate (nuevamente sin comentarios) y aparecieron los líderes del PRD, uffff, como semidioses, con ese aire tan suficiente, tan sofisticado, tan de izquierda que sabe todo, tan militante: "¡¡¡este puño sí se ve!!!", guau, qué consignas tan imaginativas, tan de hoy en día, tan contempo: "¡¡¡El pueblo, unido, jamás será vencido!!!", realmente hay que juzgar con mente abierta estas ocurrencias. Y recuerdo también que, en otro espacio, había un gran letrero de una tal Quiñones, que aspira a ser diputada federal y que decía: "De mi sueldo prometo la donación del 20% a un asilo y 20% a un orfanato". Impresionante, de verdad, claro, con esto podremos levantar el déficit que tiene el país. Esto es la gran propuesta de las derechas, sí las del presidente mojigato, sí, ese que dijo que "los jóvenes están en las drogas porque no creen en Dios", ufff, qué lúcido y claro como un Demiurgo pudo señalar que la muerte de Michael Jackson había sido por las drogas. Esta sí que fue una declaración de Estado, la realpolitik en los medios, el análisis justo, exacto, agudo y, sobre todo, brillante.
En fin, decía que estaba en el zócalo de Coyoacán, donde bloquearon las calles y trajeron a los siempre acarreados expriístas, o al menos esas eran o son sus prácticas. Y claro, propaganda, sonrisitas, buena onda a raudales. Era tan emocionante ver ese famoso "Pan y circo" romano en el siglo XXI, con estos políticos tan formados, tan preclaros.
Lo que es cierto es que estamos en plena época electoral y existe la posibilidad de que muchos jóvenes y no tan jóvenes anulemos nuestro voto para que la legitimidad de los que aspiran y casi tengan ganada la elección, quede desvirtuada por nuestra negativa a avalar ese "más de lo peor" que se hemos tenido desde que el PAN tiene el poder. Primero Fox que siempre será como la vergüenza de México y ahora el señor Calderón que quiere aniquilar a los cárteles con declaraciones y que tiene la corrupción como plataforma. Sobran las ocurrencias y brillan por su ausencia las propuestas. ¿Usted va a votar? Piénselo: anule su voto, rompamos con la anulación la siempre discutible "legitimidad" de todos los que vienen "representándonos". Yo, anularé mi voto.

los "jóvenes se drogan porque no creen en Dios"


Quizá sea yo un "Eautontimorumenos", como decía Terencio. No le faltaría razón. Hemos entrando en las sociedades de control, como decía Deleuze, que ya no funcionan mediante el encierro, sino mediante un control continuo y una comunicación instantánea. Todo es flexible. En algún lugar de la red leí que todo es líquido, todo se resuelve con entradas a este mundo virtual en el que aparecen las tarjetas de crédito, los mails, los podcast, los videocast, el sinnúmero de sociedades virtuales a las que todos juegan creando su sin city, pero cada vez que usamos la tarjeta, cada vez que enviamos un e-mail o que miramos una página de Internet vamos dejando rastros, huellas, vestigios, trazas, ahí decimos qué consumimos, con qué nos entretenemos, qué opinión política cultivamos, qué es lo que deseamos, cuáles son nuestros sueños y nuestras perversiones más ocultas, y cuanto más dentro del grupo de pertenencia está un individuo, más se multiplican sus rastros, sus pistas, el recorrido que certifica la formación de una subjetividad cerrada a la sociedad que lo forma. Todo eso es parte de un enorme archivo virtual que permite, entre otras cosas, “orientar” nuestra vida pero, sobre todo, nuestro consumo. Quizá el ingrediente que faltaba: el miedo. Siempre ha estado ahí, hoy, para no exagerar y tampoco olvidar aquello que decía Borges, sólo ha variado un poco. Estamos ante una “heurística del temor”: donde lo que nos toca es tomar nota de los peligros, calcular los avances del mal y actuar en consecuencia, una ética del temor, una ética del sometimiento. Me parece que ni Deleuze, ni Jonas pudieron imaginar que el mal y el miedo podían alcanzar las dimensiones que han alcanzado. El ejemplo más impactante lo da un documento presentado en la XXIII Conferencia Internacional sobre Protección de la Información y Privacidad, que también leí en algún Blog o en una nota en la red, según el cual Gran Bretaña es la sociedad más vigilada de Occidente, con 4,2 millones de cámaras. Se calcula que cada británico es captado por las cámaras unas 300 veces por día. Una vasta red de sistemas inteligentes interconectados permite, actualmente, seguir el mínimo comportamiento de millones de personas en el tiempo y en el espacio. Y se va por más. El pronóstico es, por cierto, escalofriante. En un tiempo no muy lejano, todos los ciudadanos de esta aldea global estaremos siendo vigilados en nuestros hábitos cotidianos, preferencias alimenticias, conversaciones, confesiones, intimidades amatorias, encuentros y desencuentros. Al parecer -y hasta nuevo aviso- sólo los pensamientos no expresados podrán resguardarse de semejante panoptismo, al igual que en la esclavitud. Como dice nuestro "ilustre Presidente": los "jóvenes se drogan porque no creen en Dios", ufff, ¡¡¡¡qué frase!!!!
Quizá esta sea la peor parte del miedo. La amenaza sobre nuestras creencias.

MORIR EN LA FACULTAD DE FILOSOFÍA


Es cierto, no he escrito nada ante los acontecimientos de mi Facultad. No es pereza, simplemente que las ocupaciones, el fin de cursos, los cursos de verano, las conferencias que he tenido que dar y los montones de exámenes de licenciatura y de grado en los que he estado nomás no me dejan un minuto en paz.
Pero hay un requerimiento de un anónimo que me escribió: tiene razón. Debería de pronunciarme frente a lo que ha pasado en la Facultad. Me sorprendió la muerte, porque ella siempre sorprende, no es anónima sino con perfiles tremendos. Mi vida los últimos dos años está signada por ella y aún me sorprende. Cualquiera puede ver este blog y los otros y podrá constatar lo que digo. La muerte de un vendedor de droga no es nada del otro mundo, es lo que se espera, desde luego, pero la muerte en las humanidades o de cara al mundo de las humanidades es tremendo, porque frente al anonimato en el que vivimos todos los que vivimos en la facultad de Filosofía y Letras la muerte trae el ruido de la vulgaridad de los medios, del escándalo, de la sospecha, del presuroso juicio acerca de que eso es lo que somos. Y es cierto, somos eso, pero somos más que eso y esto no sale en la televisión ni es tocado por los medios y se nos pretende cerrar las puertas, como se hizo hace poco y salvo los profesores de humanidades (filósofos en su mayoría) ni una autoridad parece haberle importado. ¿Me pregunto si la muerte del vendedor de droga nos traerá el pronunciamiento del señor Rector frente a los embates de esa sociedad anónima que pretende clausurarnos como el centro rector de las humanidades en México. ¡¡¡¡Señor Rector!!!!, Hey, ¿apuesta Usted algo por las humanidades? Su silencio retumba.
¿Y la muerte? Es curioso que cuando el dealer moría muchos alumnos sacaron sus celulares para sacarle fotografías. Asombroso ¿no? Posiblemente la más funesta consecuencia del triunfo de esta indiferencia es la aguda crisis de la industria de destrucción de residuos humanos: teniendo en cuenta que el volumen de residuos humanos crece más deprisa que la capacidad de gestionarlos, existen perspectivas plausibles de que la actual modernidad planetaria quede obstruida con sus propios productos residuales, que no es capaz de asimilar ni de aniquilar.
¿Y los puestos? Nada más patético que ver cuan condicionados estábamos que ahora que no hay ningún puesto de ambulantaje la gente no se atreve a salir de ese pequeño corredor en el que por necesidad no hubo puestos. Fueron 10 años de algo que es anómalo y que se fue convirtiendo en algo normal, hasta parte del paisaje se convirtió. Lo malo no fueron los ambulantes sino todo lo que trajo consigo. Y miren Ustedes que esto no es lo que escandaliza, sino la inseguridad en la que todos vivimos, porque ¿alguien está exento de ser pillado por el bandidaje? Hay cientos de casos que se han dado alrededor de la facultad de robo, asaltos, violaciones, etc., etc., y nadie ha hecho nada. ¡Señor Rector! where are you?
Nuestra Directora, vaya que ha tenido su bautizo: La influenza, el temblor y luego la muerte con el deterioro de los vendedores, Ufff, mis respetos. Me gusta la actitud que ha tomado el Consejo Técnico de la Facultad. Muy ponderada. Creo que ahora hay que desactivar ese mundo raro que es el "Ché". ¿quién le entra?