IMPOSIBLES DE LA FILOSOFÍA

Cuán profundas nos penetran las palabras. Pareciera que ellas son como espirituales, que no tienen peso, que flotan, pero no, tienen un peso enorme, traspasan nuestra humanidad, todo nuestro ser de mil formas, sin que podamos hacer nada. No hay nada que pueda pararlas, así como cuando hieren como cuando halagan.
En la presentación de mi libro, Martin Heidegger. Imposibles de la filosofía, Guillermo Hurtado que fue uno de los presentadores dijo cosas maravillosas de él; puse una entrada con sus palabras. No repetiré porque sería un pecado. Lo que sí es claro es que Guillermo fue honrosamente un regalo para mí, cuánta generosidad para no escatimar ningún elogio. Me sentí muy conmovido. No sé qué esperaba, pero sí sé que esto fue algo que me rebasó. Guillermo es un ser extraordinariamente perspicaz, inteligente, agudo, y ahora sé que vio con una gran mirada todo lo que se estaba jugando en este libro.
Sólo tengo esas palabras que deberíamos siempre derrochar ante ese otro que está ahí, frente a nosotros: gracias, muchas gracias.