LAS LIBRERÍAS DE BUENOS AIRES


Ya casi estoy metido de lleno en la realidad de mi vida, leo, escribo, estoy mandando algunos artículos a distintas revistas, ya casi se publica mi libro "Las texturas del mal", y he preparado mis clases de Filosofía griega y las que imparto en el Tec de Monterrey. Pienso que me gustaría más estar en Buenos Aires, viendo bailar tango, tomando un café en alguno de sus hermosísimos cafés o simplemente caminar por la Calle de Corrientes para meterme a las librerías: Losada, Librería Hernández, Edipo, De la Mancha, Gandhi, no el espantoso supermercado de México D.F., sino el de la calle de Corrientes, ahí, en el corazón de Buenos Aires, Argentina, Prometeo, la Libertador, otras de saldos que no me gustaron mucho porque no encontré nada o sí, ediciones de editoriales desconocidas pero nada significativo. Llegué por cierto a un blog que se llama "Hablando del asunto" y veo las opiniones de los lectores. Las pienso y probablemente tengan razón. Pero es que nunca han estado en México y han visto las horribles librerías como Gandhi, El Parnaso, o el Sótano, son no feas, son espantosas y quienes atienden no tienen la menor idea de lo que es un libro, podrían vender sopes o carnitas y sería lo mismo. A mí, perdonando las preferencias, si que me gustaron, pienso que desde luego hay muchas otras muy bien surtidas y con gente que sabe lo que está vendiendo como en la librería Guadalquivir que está en la calle Paraguay O LA EXTRAORDINARIA librería El Ateneo con sus sucursales. Claro, buscaba de filosofía y algunas cosas de literatura. Mi nostalgia por Buenos Aires se hace cada vez más creciente. He pensado que quiero irme con la Pájara a Italia en las próximas vacaciones pero el euro está tan caro, que parece que nos hemos fortificado en la miseria, que ahora sólo podremos ir a las infectas playas de Acapulco o con los narcos de Sinaloa a sus playas en Mazatlán o Veracruz donde se pierde uno en a inmensidad del mar abierto. Por eso tengo en mente irme a Buenos Aires otra vez, quizá ahora sí a Ushuaia (se escribirá así?)y a las provincias, tal vez donde vive mi amiga querida Angelina Uzín. No lo sé aún. Pienso en Buenos Aires y me encanta saberme en el extremo del mundo y me gustaría irme al Faro del fin del mundo del que tengo varias fotografías. Espero volver. Espero que me siga gustando tanto su gente, el acento, la calidez de ese espacio y, sobre todo, reencontrarme con amigos que se quedaron ahí