VUELVO A LA FACULTAD


Comentaba en el último post que volví después de tomarme unas vacaciones en un lugar espectacular, maravilloso, donde uno dice de verdad que el paraíso puede ser así, debería ser así. Es mi nostalgia por el paraíso. Los que no tenemos religión tenemos, creo, nostalgias del corazón. Pero nada tiene mayor precio que esa creencia, nada cobra más caro que esa ilusión. Regreso a la facultad lleno de ilusiones para emprender nuevos proyectos y continuar con los otros que se han quedado parados por esta loca carrera, pero regreso con ánimo, con esa sensación de haber puesto todas mis esperanzas en todo aquello que pueda ayudar a mis alumnos. Sí, no seré el Director, pero tengo que empujar muchas cosas como profesor. Es importante, porque tenemos un futuro, eso lo sé, tenemos un futuro las humanidades en medio de este mundo. ¿No se han dado cuenta de que cuando las cosas se han puesto en crisis volvemos la mirada a las humanidades? Por necesidad de merecimiento de vida, eso es. por una exigencia de sobrevivencia. Aquí se respira un aire inmejorable.