NI IDEA



Tengo dos blogs, uno http://albertoconstantelopez.blogspot.mx/ que empecé hace tiempo y ahí escribía de todo, bueno, casi de todo lo que se me iba ocurriendo o me ocurría. Luego, por no sé qué maldita razón, abrí éste. ¿Para qué? Ni idea. Seguramente mi maldito ego me pidió no uno sino dos, tres mil blogs para satisfacer su ansia de escritura. Claro, luego fueron los ayes porque ahora que quiero retomar esto de los blogs, resulta que ni idea de que estaba ahí, de que andaba volando en este mar de internet donde todo se trivializa y nada tiene peso ni consistencia, no tiene cuerpo, más que otra cosa parece algo viscoso como si fuera una de las páginas de Lovecraft.
Ahora tengo que decidir qué escribir en uno y en otro, mi neurosis no me permite simplemente tenerlos y poner lo que se me pega la gana, o no, mejor, lo que quiero. Porque si es lo que quiero, como dice Savater (mi filósofo preferido del siglo XX español, de Donostiarra, el que escribió algunos buenos textos antes de hacer blogs empastados, ufff, qué compromiso, porque los filósofos que más me gustan del siglo XX son San Foucault y San Heidegger), tengo que pensarlo dos veces porque lo primero que tengo que hacer es saber qué es lo que quiero.
Menuda cosa, saber qué es lo que quiero, igual que líneas arriba: ni puta idea. Porque siempre que pienso en lo que quiero eso que quiero es lo que quieren todos y eso que quieren todos no es lo que verdaderamente quiere mi querer. Igual eso que quiero es entonces lo que debo y la cuestión se torna más difícil porque ¿cómo distinguir entre lo que quiero verdaderamente y lo que debo porque ese es el "deber" que me ha sido impuesto? Cómo puedo saber la diferencias entre lo que quiero y lo que debo? Más aún, si esto se puede confundir entre lo que quiero, lo que debo y lo que puedo. ¿Acaso lo que quiero es lo que puedo? ¿Lo que debo es lo que quiero y lo que puedo? O lo que puedo es lo que debo y lo que quiero?
Ni idea.

Al final de todo no sé qué es lo que escribiré en uno y en otro blog, ¿tendrá relevancia?
Sólo un punto final: En algún momento de mi irrespetuosa vejez he visto que en cierto día me di cuenta que no sería nunca ni un Heidegger ni un Foucault, no sólo por la deficiencia en la formación básica, escolar, donde tuve profesores no malos sino absolutamente olvidables, sino porque igual en la secundaria como en la preparatoria y luego la Universidad a los profesores les tenía sin cuidado la formación de los estudiantes. Todos iban encantados a hacer turismo académico, ese donde se lleva una ponencia que nadie va a escuchar, nadie va a discutir, donde se hace una o dos preguntas para aparecer como "cuate" del ponente, pero que de la misma manera en que descuidadamente se preguntó, quedará sepultada la ponencia por un sinnúmero de sinrazones. Luego, por más que me esforcé, en algún momento me di cuenta que estaba escribiendo para un sistema perverso de "productividad", precisamente para obtener puntos que se transformarían en dinero. Me pareció tristemente lamentable, igualmente mi incapacidad para ser lo que imaginé, sin fundamento, que podría ser. Muchos factores me dijeron entonces que sería mas valioso si me entregaba a mis alumnos. Lo creo a pie juntillas.