MORIR EN LA FACULTAD DE FILOSOFÍA


Es cierto, no he escrito nada ante los acontecimientos de mi Facultad. No es pereza, simplemente que las ocupaciones, el fin de cursos, los cursos de verano, las conferencias que he tenido que dar y los montones de exámenes de licenciatura y de grado en los que he estado nomás no me dejan un minuto en paz.
Pero hay un requerimiento de un anónimo que me escribió: tiene razón. Debería de pronunciarme frente a lo que ha pasado en la Facultad. Me sorprendió la muerte, porque ella siempre sorprende, no es anónima sino con perfiles tremendos. Mi vida los últimos dos años está signada por ella y aún me sorprende. Cualquiera puede ver este blog y los otros y podrá constatar lo que digo. La muerte de un vendedor de droga no es nada del otro mundo, es lo que se espera, desde luego, pero la muerte en las humanidades o de cara al mundo de las humanidades es tremendo, porque frente al anonimato en el que vivimos todos los que vivimos en la facultad de Filosofía y Letras la muerte trae el ruido de la vulgaridad de los medios, del escándalo, de la sospecha, del presuroso juicio acerca de que eso es lo que somos. Y es cierto, somos eso, pero somos más que eso y esto no sale en la televisión ni es tocado por los medios y se nos pretende cerrar las puertas, como se hizo hace poco y salvo los profesores de humanidades (filósofos en su mayoría) ni una autoridad parece haberle importado. ¿Me pregunto si la muerte del vendedor de droga nos traerá el pronunciamiento del señor Rector frente a los embates de esa sociedad anónima que pretende clausurarnos como el centro rector de las humanidades en México. ¡¡¡¡Señor Rector!!!!, Hey, ¿apuesta Usted algo por las humanidades? Su silencio retumba.
¿Y la muerte? Es curioso que cuando el dealer moría muchos alumnos sacaron sus celulares para sacarle fotografías. Asombroso ¿no? Posiblemente la más funesta consecuencia del triunfo de esta indiferencia es la aguda crisis de la industria de destrucción de residuos humanos: teniendo en cuenta que el volumen de residuos humanos crece más deprisa que la capacidad de gestionarlos, existen perspectivas plausibles de que la actual modernidad planetaria quede obstruida con sus propios productos residuales, que no es capaz de asimilar ni de aniquilar.
¿Y los puestos? Nada más patético que ver cuan condicionados estábamos que ahora que no hay ningún puesto de ambulantaje la gente no se atreve a salir de ese pequeño corredor en el que por necesidad no hubo puestos. Fueron 10 años de algo que es anómalo y que se fue convirtiendo en algo normal, hasta parte del paisaje se convirtió. Lo malo no fueron los ambulantes sino todo lo que trajo consigo. Y miren Ustedes que esto no es lo que escandaliza, sino la inseguridad en la que todos vivimos, porque ¿alguien está exento de ser pillado por el bandidaje? Hay cientos de casos que se han dado alrededor de la facultad de robo, asaltos, violaciones, etc., etc., y nadie ha hecho nada. ¡Señor Rector! where are you?
Nuestra Directora, vaya que ha tenido su bautizo: La influenza, el temblor y luego la muerte con el deterioro de los vendedores, Ufff, mis respetos. Me gusta la actitud que ha tomado el Consejo Técnico de la Facultad. Muy ponderada. Creo que ahora hay que desactivar ese mundo raro que es el "Ché". ¿quién le entra?

3 comentarios:

Alfredo R. I. dijo...

Vaya entrada. Has tocado todos los grandes problemas de nuestra casa común, y vaya que no son poca cosa. Primero, el embate de los ajenos ante el muerto, y las preguntas que no se hicieron: ¿qué hace un vendedor de droga en el estacionamiento de Filosofía y Letras? ¿Será el único? Si no lo es, ¿por qué nadie hace nada?

Lo segundo, la quita de los puestos. Honestamente, salvo tu mejor opinión, creo que todo ha sido un movimiento "cosmético", porque el problema sigue ahí y, de hecho, resulta atemorizante ver cómo los tipos siguen por ahí, cómo miran con sus ojos amenazadores, cómo incluso han tenido el tupé de armar un mitin para insultar a las autoridades -a Gloria, en concreto-, y nadie hizo nada.

Tu pregunta formidable, "¿dónde está el rector?", parecería similar a "¿dónde está Willie? Encuéntralo y gana un premio." Es lamentable la falta de autoridad, la forma en que los reglamentos no se aplican, el modo en que el espacio sigue convirtiéndose en tierra de nadie al amparo de intereses por todos conocidos. No necesitamos, como en el país, nuevas leyes, ni más leyes: necesitamos que se cumplan las que hay, y punto. Con eso estaríamos mejor... y, claro, con un cuerpo de seguridad que de verdad sea eso, porque ¿cómo enfrenta alguien de Auxilio UNAM a un vendedor con pistola, o a un atracador armado con un cuchillo? ¿Le avienta el coche, un zapato, de perdida un salivazo, o lo convence con una buena sermoneada?

La última es la mejor, ¿qué onda con el auditorio? Como vimos, los invasores saben la que se les viene, y por eso han apelado al mantra supremo, "la autonomía universitaria", amparados en que se piensa -por todas partes- que eso equivale a la extraterritorialidad del campus. Sin embargo, algo se cuece, y lo saben; la cuestión aquí es ¿qué hacemos los demás? ¿Cómo? ¿Por dónde comenzamos?

Preguntabas "¿quién se apunta?" Yo me apunto, y buscaré que los apuntados seamos muchos; ya sólo será cosa de organizar los apuntes y apuntar fino.

Te mando un abrazo.

Anónimo dijo...

No creo que la autonomia sea el único, ni el mejor, argumento para oponerse a un desalojo policiaco del "Che". Varios de los que estamos por la recuperación de ese espacio no estamos de acuerdo con esos medios, no se si en verdad se pueda recuperar un espacio como el che de esa manera tal vez recuperariamos otra cosa pero no el "che". O tal vez estoy equivocado y a nadie le va importar eso, todo va volver a la normalidad como cuando entró la PFP a la universisdad, sólo unos cuantos lo siguen recordando cada año ¿Quiénes son? ¿Qué quieren?.

Los ocupantes del che son lumpenes, dicen, la mayoria no son siquiera estudiantes. Pero los hay que si son estudiantes y no necesariamente lumpenes. En todo caso lo que quiero resaltar es la imposibilidad de negociar, vamos ni siquiera se entienden los dos polos de este conflicto(Los okupas y los academicos, en medio están los indiferentes que se ponen de lado de los academicos coyunturalmente) que yo creo que aparte de la diferencia de clases es tambien una diferencia generacional. Con el lumpen no se puede negociar hay que sacarlos simplemente pero ¿cómo están tan seguros de que el mundo oscuro del che es tan homogeno? no se si es ingenuidad mia y ustedes saben bien que hay voces dentro de ese mundo que pugnan por que el che deje de ser lo que ahora es:el antro más barato de la ciudad, entre otras cosas peores. Pero posiblemente si entra la policia a desalojarlos todo va volver a la normalidad otra vez, como siempre.

Tengo perfectamente claro que los ocupantes del che màs duros no creen en la negociación. No les vas a decir debatamos y sometamonos a una consulta.¿De donde viene esta imposibilidad de solucionar a traves de palabras el problema? dos discursos diametralmente opuestos entre sí, lo fundamental para unos es la transformación del mundo(aunque sólo sea discurso hecho de harapos) y para otros la vuelta a la normalidad y sólo colateralmente todo lo otro.

En fin, es un callejón sin salida.
Creo que estoy de acuerdo con Alberto si lo que piensa es que debemos ser nosotros y no la policia la que recupere al che.

ignacio bazan dijo...

No quiero adelantar nada pero se de fuente mas o menos confiable que sí están preparando "algo" para recupera el espacio, pero solo falta "algo mas" -y es lo mismo de siempre-, que se decidan realmente las autoridades, se ve complicado, pero se ve mas absurdo pensar en que van casi 10 años de una situación que no tiene razón de ser, que el Justo Sierra/Che esté en manos de quién sabe quién.

Hace muchos años bromeaba en mi campaña para consejero técnico que había que evitar la balcanización de la Facultad y su banalización, es triste, pero creo que al final si pasó algo así.

Mi comentario no aporta mucho porque no sé ni qué pensar.

Te mando un abrazo.